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tras los muros que encierran a la bestia: reflexiones sobre la prisión
Profesionalmente la cárcel ha resultado ser un lugar interesante. Casi que no puedes aburrirte, casi que nunca se hace rutinario. Un individuo privado de libertad en un antro como es un centro penitenciario pierde mucho más que esta. Se considera, ya de por sí, dentro de “un grupo de riesgo” como dicen los epidemiólogos.
Riesgo de padecer tuberculosis, vih, hepatitis, micosis múltiples, problemas gastrointestinales variados, cánceres, toxicomanías, traumatismos, pérdida de dentadura,
defectos sensoriales, envejecimiento prematuro. Riesgo de morir colgado de una soga, riesgo de morir por sobredosis, riesgo de morir desangrado, riesgo de marcarte de por vida, riesgo de perder la cabeza. Riesgo de no volver a ver a los tuyos, riesgo de perder todo lo que eras.
Riesgo de acostumbrarte a vivir sin vivir, y nunca más poder sentirte realmente vivo. No. No puedes aburrirte.
Falta tiempo, falta tiempo para pensar en como hacer saltar por los aires esta mierda de lugar. (...)
Emancipación libertaria #8
Para descargar números anteriores:
Emancipación libertaria #7
Emancipación libertaria #6
Emancipación libertaria #5
Emancipación libertaria #4